Ahí anda el presidente Chaves como el pensador francés Marcel Proust En busca del tiempo perdido. Si en lugar de negar la existencia misma de la crisis durante tanto tiempo cuando, por otra parte, cualquier hijo de vecino le podría haber advertido de lo que estaba pasando; se hubiera dedicado a trabajar para anticiparse a la misma no tendría que verse ahora rectificándose a sí mismo casi a diario. "Ah, es que venían las elecciones de marzo de 2008 y no se podía reconocer lo que venía, que se perdían votos", dirán algunos malvados que no creen en que un presidente de Andalucía puede estar mal asesorado ante un tema tan importante como la actual recesión económica.
Dice Manuel Chaves que ahora es una "hipotesis posible" que Andalucía cuente antes de 2010 con un millón de parados (ver noticia). Antes de las navidades era "de locos" decir que ibamos a llegar a esas cifras. La situación de miles de familias en Andalucía no admite más dilaciones, esperemos que el almuerzo de hoy con los presidentes de las cajas de ahorro andaluzas no haya terminado como la de Zapatero con los banqueros en Madrid.
Tiene mala cara el Presidente. Parece que está como el del chiste del borracho que no se terminaba de creer que lo estaba. Se le ve noqueado, sin chispa y da la sensación de que no va a ser capaz de afrontar esta crisis con garantías.
El fabúlista Samaniego retrató muy bien esa expresión que se nota en el rostro del presidente y de su entorno cuando relató la fabúla de la cigarra y la hormiga. Se ve que Chaves y su equipo prefirió el solaz en los tiempos de bonanza y no se preocuparon de trabajar para cuando llegara el invierno. El invierno ha llegado y se les ha quedado cara de cigarras proustistas, buscando el tiempo pérdido.
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