Por si todavía habia alguien que dudaba de la profundidad de la crisis y la importancia de la misma hoy mismo el presidente francés Nicolas Sarkozy ha despejado todas las dudas. Dice que esta es la mayor crisis económica de los últimos cien años, que se dice rápido ( ver noticia).
Deberían tomar buena nota en Moncloa. De nada vale negar lo evidente y, sobre todo, de nada ha servido el continuo engaño al que nos ha tenido sometidos el presidente Zapatero durante el último año y medio que llevamos ya de desaceleración-crisis-recesión-depresión económica. No es por nada pero otro jefe de gobierno importante como es el Premier británico Gordon Brown ( en la foto con Sarkozy) ha pronunciado en los últimos días la palabra depresión en relación a la economía. Los economistas entenderan la diferencia mejor que yo, pero no suena nada bien. Es como pasar de la alerta naranja a la alerta roja por lo visto.
Las recetas que plantea Sarkozy es más recorte social. Que paguen la crisis los de siempre, los trabajadores, los asalariados, los inmigrantes, los que menos tienen en definitiva. Es hora de cambiar esa receta, de cambiar esos planteamientos, otros caminos son posibles para superar esta crisis y que no pierdan los de siempre. Somos más, hay que organizarse y hay que moverse ¿donde está la socialdemocracia?¿asumida por los postulados neoliberales?¿ahogada por las circunstancias y víctima de su propio posibilismo y prágmatismo económico?.
Quien diga en estos momentos que las ideologías han muerto van dados. Están más vivas que nunca. Las circunstancias, los momentos, las coyunturas son las que hacen aflorar las mismas. La Izquierda en general tiene que postularse, pero aportando sus alternativas, engarzando sus discursos, haciendo política en definitiva, salir del ostracismo al que está sumida por parte de los grandes intereses económicos y por este sistema hecho a medida de los que más tienen y que corrompe a casi todos creandóles necesidades económicas que quizás no necesiten para fomentar el consumismo.
Sociedad consumista entendida como aquella que gasta bienes y servicios muchas veces innecesarios para las personas. El espejismo de que todos somos clase media ( ¿y donde están los pobres?, que se supone que siempre tienen que ser más numerosos que los ricos, de acuerdo con este sistema casi piramidal que es el capitalismo neoliberal que soportamos). El tengo todo lo mejor, aunque solo necesite la mitad de lo que tengo. Es díficil sustraerse a ese discurso. Pero sólo lo mantienen las migajas que caen de la mesa de los poderosos y ahora esas migajas están dejando de caer por mor de la crisis más dura del último siglo.
Hay que cambiar las estructuras. Hay que cambiar los gobiernos. No podemos confiar en quienes nos han llevado a esta situación. Déjemonos de complejos. No aceptemos el dogma de que la izquierda es mala y sus ideas desfasadas. No es cierto. Es lo que nos quieren hacer creer. El pensamiento único se trata de eso. Rebatamosles la mayor. Hay otras vías, otros caminos a la izquierda. Tomémoslos.
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