Lo ha dicho la tasadora Tinsa en el día de hoy ( leer noticia). Se prevee que los precios de las viviendas nuevas bajen hasta un 20% durante el año 2009. Hay otro dato a tener en cuenta y que es inquietante, en esa fecha habrá hasta un millón y medio ( 1.500.000) de viviendas construidas y vacías.
El frenesí de la burbuja inmobiliaria ha provocado. Primero, un alza de los precios por encima del valor real y de las posibilidades económicas de la gente. Y segundo, un parque de viviendas que no se corresponden con las verdaderas necesidades de los españoles. Muchisímas son segundas residencias ( un lujo asíatico adquirirlas en estos tiempos) y están situadas en zonas donde no son tan necesarias para la población "indigena".
La demanda de vivienda a un precio justo ( por que una VPO no es barata, es lo que tiene que valer, precio justo) está cada vez más acentuada. La crisis ha venido a revelar lo que algunos decíamos hace unos años, cuando los españoles se levantaban pensando en cuanto más valía su casa que el día anterior. Yo se lo decía a amigos y familiares que andaban impregnados de esa burbujeante coyuntura económica. "Lo mío vale hoy no se cuantos millones más que hace seis meses" decían, a lo que yo les respondía que no. Que eso es lo que en este preciso momento dicen las inmobiliares que hay alguien dispuesto a pagarte, que no es lo mismo. No es lo mismo el valor que tiene algo a lo que alguien esté dispuesto a pagarte por ello. Ahí está el concepto de la "utilidad marginal", que decían los económistas.
La utilidad marginal es lo que estás dispuesto a pagar por una nueva unidad de ese producto, es decir, el grado de satisfacción que te provoca la compra o consumo de dicha última unidad. El ejemplo que se ponía en la facultad era sencillo: ¿ cuanto estarías dispuesto a pagar por la primera cerveza cuando estás sediento?. Mucho, y bastante más si estás en mitad del desierto. Pero, ¿ cuanto estarías dispuesto a pagar por una segunda? ¿ y por la tercera? y ¿ por la decimoquinta?. Se llegaba a un punto en el cual la satisfacción por la compra de una unidad más de ese producto no producía satisfacción, es decir, no se estaba dispuesto a pagar ni un solo céntimo para adquirir una nueva cerveza.
Sirva esta rudimentaria explicación del concepto de utilidad marginal para que todos comprendamos algo de lo que ha podido ocurrir con el precio de la vivienda. En este caso, la satisfacción no la daba el apagar la sed. Sino la codicia y la avaricia, que nos ha hecho a casi todos acostarnos pensando que eremos más ricos y despertarnos con la realidad de ser mucho más pobres de que creíamos. Ahora lo tuyo vale lo que realmente vale puesto que no hay nadie dispuesto a pagar más de lo que realmente vale. Primero porque casi nadie tiene dinero y segundo porque, al que lo tiene ( porque el dinero tiene que estar en algún sitio) no le produce "satisfacción" adquirir tu cerveza al precio que tu pagaste por ella cuando estabas en el Desierto de la Burbuja Inmobiliaria.
La viñeta, del genial Forges, que apunta algo tan simple y tan lógico que debía ser la solución a ese "problema" de stock que tienen ahora las constructoras y promotoras. La música es de cajón, los Rolling.
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